Los ataques de pánico pueden ser aterradores y desafiantes, pero es importante recordar que existen formas efectivas de controlarlos y reducir su impacto en tu vida diaria. En este blog, exploraremos estrategias prácticas para enfrentar y controlar un ataque de pánico en el momento en que ocurre.

1. Reconocé los síntomas: Familiarizate con las señales físicas y emocionales, como palpitaciones, dificultad para respirar, sudoración excesiva y pensamientos de miedo intenso.

2. Respirá profunda y lentamente: La respiración profunda puede ser una herramienta poderosa para calmar el sistema nervioso durante un ataque de pánico. Practicá la respiración abdominal, inhala durante cuatro segundos, retené la respiración durante cuatro segundos y luego exhalá durante cuatro segundos. Repetí este proceso varias veces.

3. Usa técnicas de relajación: Explorá técnicas de relajación, como la meditación, la visualización guiada o el yoga. Estas prácticas pueden ayudarte a mantener la calma y reducir la intensidad del ataque.

4. Cambiá tu enfoque mental: Enfocate en pensamientos positivos y realistas. Recordá que los ataques de pánico son temporales y no son dañinos ni mortales. Repetí afirmaciones tranquilizadoras como «Esto pasará» o «Estoy a salvo».

5. Utilizá la técnica del anclaje: El anclaje es una técnica en la que te concentrás en un objeto tangible o en un estímulo sensorial, como apretar un objeto en tu mano o sentir una superficie sólida. Esto puede ayudarte a sentirte conectado con el presente y a reducir la sensación de desapego.

6. Establecé un ambiente seguro: Buscá un lugar tranquilo y seguro donde podás relajarte y sentirte cómodo/a. Alejarte de situaciones desencadenantes y rodearte de elementos familiares puede ayudar a reducir la intensidad del ataque.

7. Hablá con alguien de confianza: Compartir tus sentimientos y emociones con alguien de confianza puede brindarte apoyo emocional y tranquilidad. No tengás miedo de pedir ayuda cuando la necesités.

8. Enfrentá el miedo gradualmente: Si es posible, enfrentá gradualmente las situaciones que te generan ansiedad o ataques de pánico. La exposición controlada puede ayudarte a desensibilizarte y reducir el impacto del miedo.

9. Practicá el autocuidado: Mantené un estilo de vida saludable con una dieta balanceada, ejercicio regular y suficiente descanso. La buena salud física puede contribuir a la estabilidad emocional.

10. Buscá ayuda profesional: Si experimentás ataques de pánico recurrentes o si sentís que no podés controlarlos por vos mismo/a, considerá buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. La terapia cognitivo-conductual y otras modalidades pueden brindarte herramientas y estrategias efectivas.

En Medicentro La Sabana contamos con especialistas que te ayudarán a cuidar tu salud mental. Recordá que no estás solo/a y que hay recursos disponibles para ayudarte a superar los desafíos de los ataques de pánico