La nutrición es un tema que a menudo está rodeado de mitos y creencias erróneas. Estos conceptos equivocados pueden dificultar la adopción de hábitos alimenticios saludables y generar confusión. En este artículo, desmitificaremos tres ideas populares sobre la nutrición, proporcionando información basada en evidencia científica para ayudarte a tomar decisiones informadas y promover una alimentación equilibrada.

Mito: «Las dietas bajas en carbohidratos son la mejor opción para perder peso»

Este mito ha ganado popularidad en los últimos años. Muchas personas creen que eliminar los carbohidratos de la dieta es la clave para perder peso de manera efectiva. Sin embargo, la realidad es que los carbohidratos son una fuente importante de energía para nuestro cuerpo. La clave está en elegir los carbohidratos adecuados, como granos enteros, frutas, verduras y legumbres, en lugar de optar por carbohidratos refinados y azúcares agregados.

La pérdida de peso se logra mediante un balance energético negativo, es decir, consumir menos calorías de las que se queman. En lugar de eliminar los carbohidratos, es más efectivo centrarse en una dieta equilibrada que incluya proteínas magras, grasas saludables y una variedad de alimentos ricos en nutrientes. Además, es importante considerar el tamaño de las porciones y la calidad general de la dieta.

Mito: «Saltarse las comidas ayuda a perder peso más rápido»

Otro mito común es que saltarse comidas o realizar ayunos prolongados es beneficioso para perder peso de manera rápida. Sin embargo, esto puede ser contraproducente para la pérdida de peso sostenible y la salud en general. Saltarse comidas puede llevar a un aumento del hambre y atracones posteriores, lo que dificulta el control de las porciones y puede llevar a un consumo excesivo de alimentos poco saludables.

En cambio, es recomendable realizar comidas regulares y equilibradas a lo largo del día. Esto ayuda a mantener un metabolismo activo, proporciona energía constante y evita los antojos descontrolados. Opta por comidas balanceadas que incluyan proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables y fibra para mantener la saciedad y el equilibrio nutricional.

Mito: «Los alimentos sin grasa son siempre una opción saludable»

Este mito ha llevado a muchas personas a elegir productos etiquetados como «sin grasa» o «bajos en grasa» con la creencia de que son más saludables. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no todos los alimentos bajos en grasa son necesariamente saludables.

Cuando se eliminan las grasas de los alimentos, a menudo se agregan azúcares y otros aditivos para mejorar el sabor y la textura. Estos alimentos procesados pueden tener un contenido calórico similar o incluso mayor que sus contrapartes con grasa. Además, las grasas saludables, como las que se encuentran en el aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva, son esenciales para una buena salud.

En lugar de evitar las grasas por completo, es importante elegir fuentes de grasa saludables y consumirlas con moderación. Esto incluye grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas que se encuentran en alimentos como pescados grasos, semillas, nueces y aceites vegetales no refinados.

Recordá siempre buscar información basada en evidencia científica y consultar con profesionales de la salud cuando sea necesario.