Cuando escuchamos la palabra «geriatra», generalmente la asociamos con personas mayores que necesitan cuidados especializados en la tercera edad. Sin embargo, el campo de la geriatría no está reservado exclusivamente para los adultos mayores. De hecho, existen varias razones por las que una persona joven podría beneficiarse al visitar a un geriatra. En este blog, exploraremos las situaciones en las que puede ser útil y necesario que alguien más joven consulte con un especialista en geriatría.
1. Prevención y planificación del envejecimiento
Uno de los beneficios más significativos de visitar a un geriatra a una edad temprana es la oportunidad de planificar el envejecimiento de manera proactiva. Los geriatras están especialmente capacitados para identificar factores de riesgo que pueden afectar la salud a largo plazo, como enfermedades crónicas, predisposición genética a ciertas condiciones, y hábitos de vida que podrían influir en cómo envejecés. Al entender estos factores, podés hacer ajustes en tu estilo de vida ahora para mejorar tu calidad de vida en el futuro.
2. Condiciones de salud crónicas o complejas
Si bien los geriatras se especializan en el tratamiento de los adultos mayores, su formación les permite manejar enfermedades crónicas complejas que también pueden afectar a personas más jóvenes. Condiciones como la diabetes, la hipertensión, enfermedades cardiovasculares y otras dolencias crónicas pueden beneficiarse de la atención integral que ofrece un geriatra. Además, los geriatras están acostumbrados a manejar múltiples condiciones simultáneamente, lo que puede ser útil si estás lidiando con más de una enfermedad crónica.
3. Enfermedades hereditarias o genéticas
Si en tu familia hay un historial de enfermedades hereditarias o genéticas que suelen manifestarse en la tercera edad, como el Alzheimer o la osteoartritis, consultar a un geriatra te puede ofrecer un enfoque preventivo. Este especialista puede guiarte sobre las mejores prácticas para retrasar la aparición de síntomas o para manejar adecuadamente estas condiciones desde sus primeras etapas.
4. Apoyo en el cuidado de un familiar Mayor
A menudo, las personas jóvenes que son responsables del cuidado de un familiar mayor pueden beneficiarse de la orientación de un geriatra. Estos profesionales no solo cuidan a los ancianos, sino que también pueden brindar consejos valiosos sobre cómo manejar el cuidado de tus seres queridos. Esto incluye información sobre cómo interactuar con otros proveedores de atención médica, cómo manejar medicamentos y cómo identificar signos de deterioro en la salud de la persona mayor que estás cuidando.
5. Asesoramiento en envejecimiento saludable
La geriatría no solo se trata de tratar enfermedades, sino también de promover un envejecimiento saludable. Incluso si sos joven y gozas de buena salud, un geriatra puede ofrecerte valiosos consejos sobre cómo mantenerte saludable a medida que envejecés. Esto puede incluir recomendaciones sobre dieta, ejercicio, salud mental y más.
Aunque tradicionalmente se asocia a los geriatras con el cuidado de los ancianos, sus habilidades y conocimientos pueden ser increíblemente valiosos para personas de todas las edades. Ya sea para planificar un envejecimiento saludable, manejar condiciones crónicas, o cuidar a un ser querido, un geriatra puede ofrecerte el apoyo y la orientación que necesitás. Si te estás preguntando si podés asistir al geriatra siendo joven, la respuesta es un rotundo sí, y podría ser una de las mejores decisiones que tomés para tu salud a largo plazo.