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Qué debés de esperar en tu primera visita al neumólogo?

La primera visita al neumólogo puede ser muy importante. El médico necesita conocer los medicamentos que estás tomando, tus antecedentes familiares y otros problemas de salud. Es importante que te preparés para esta cita respondiendo a todas sus preguntas con total sinceridad, para que pueda ofrecerte la mejor atención posible.

El trabajo del neumólogo es tratar a las personas con problemas respiratorios.

Un neumólogo es un médico que trata a personas con problemas pulmonares. Los neumólogos tratan a personas con asma, enfisema, tuberculosis y otras enfermedades respiratorias. También atienden a pacientes con enfermedades cardíacas o pulmonares que requieren tratamiento médico y quirúrgico. Los neumólogos se denominan médicos del tórax porque están especializados en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos del tórax (la cavidad torácica).

La neumología es una de las ramas más antiguas de la medicina; sus raíces se remontan a civilizaciones antiguas como Egipto y Grecia, donde los médicos se formaban observando a pacientes que sufrían diversas formas de afecciones respiratorias como neumonía o tuberculosis (TB). La palabra «pulmonar» procede del latín y significa «perteneciente a los pulmones»; por lo tanto, un neumólogo se especializa únicamente en enfermedades que afectan a estos órganos, mientras que un internista también puede especializarse en enfermedades gastroenterológicas (aparato digestivo) o cardiológicas (corazón), entre otras.

El neumólogo comprobará si hay cáncer de pulmón, tuberculosis y otras enfermedades.

El médico puede preguntarte por tus síntomas, como falta de aire o tos con sangre. También te examinará los pulmones con un estetoscopio y observándolos con un endoscopio (o broncoscopio). El examen también incluye la medición de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, la toma de muestras de sangre, la auscultación del corazón a través de la pared torácica con un dispositivo Doppler y la palpación de la caja torácica para detectar sensibilidad al presionarla.

Deberás llevar consigo cualquier historial médico previo y los resultados de las pruebas.

El neumólogo podrá revisarlos para evaluar tu estado y recomendarte un tratamiento.

Si es posible, es mejor que tengás copia de tu historial médico. Si no es así, preguntá si pueden hacerte copias al final de la visita o pedí que te las envíen por correo directamente a su domicilio después de la visita. Si esto no es posible, asegúrese de que la información incluida en estos documentos es correcta, para evitar confusiones más adelante.


Debés preparar las preguntas con antelación.

No olvidés preguntar a tu médico si tenés algún síntoma y si hay algo de lo que preocuparse. También debés mencionar cualquier otro problema de salud que pueda afectar a la eficacia de su plan de tratamiento, como la diabetes o la hipertensión, ya que estas enfermedades requieren medicación adicional que puede provocar efectos secundarios, como mareos, al combinarse con determinados medicamentos utilizados durante los procedimientos quirúrgicos, como los fármacos anestésicos utilizados durante la anestesia general, que pueden hacer que algunas personas se sientan somnolientas después de estar despiertas todo el día antes de que comience la cirugía, más tarde por la noche, cuando todo el mundo ya está cansado.

El neumólogo puede preguntarte sobre tu dieta y hábitos de vida.

Querrá saber si fumás, bebés alcohol, hacés ejercicio con regularidad y cómo controlás el estrés. También querrá saber cuánto dormís cada noche.

Una buena forma de prepararte para esta parte de la visita es llevar un registro de estas cosas antes de visitar al neumólogo para no llevarte sorpresas cuando te pregunten durante la cita.

Si padecés de alguna enfermedad cardíaca o pulmonar conocida, el médico te preguntará sobre ella y actualizará tu plan de tratamiento.

Es importante saber qué le ocurre a tu organismo para que el médico pueda prescribirte un tratamiento adecuado. Si estás tomando medicación para alguna otra enfermedad, como hipertensión o diabetes, asegurate de tenerla a mano en todo momento durante la visita para que el médico pueda comprobar su eficacia como parte del proceso de evaluación.

Una vez que comprendás que el neumólogo está ahí para ayudarte, tu ansiedad disminuirá considerablemente y la experiencia será mucho más agradable.

Lo más importante que debés recordar es que el neumólogo está ahí para ayudarte. Escuchar tus preocupaciones, responder a tus preguntas y orientarte sobre la mejor forma de tratar tu enfermedad. El personal del consultorio del neumólogo también es muy útil para asegurarse de que todo el papeleo necesario se complete antes de tu visita para que no haya retrasos una vez que llegue al consultorio.

Si tenés alguna pregunta sobre tu visita al neumólogo, no dudés en ponerte en contacto con nosotros y podremos agendarte una cita con un especialista.