La hipertensión arterial, la diabetes, el sobrepeso y la obesidad, combinados con bajos niveles de actividad física, además del hábito de fumar, son algunos de los factores de riesgo que han aumentado entre los costarricenses menores de 65 años.
Según informó hace unos días la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), este es el grupo poblacional que ha registrado un preocupante incremento en los casos de infartos y derrame cerebral en los últimos años.
Las estadísticas reflejan que:
- En 2011, la institución atendió 348 accidentes cardiovasculares y 945 ataques al corazón en personas entre los 20 y 64 años de edad.
- En 2016, la cifra incrementó hasta alcanzar los 443 accidentes cardiovasculares y los 1,080 infartos.
En declaraciones brindadas al diario La Nación, Roy Wong – epidemiólogo y coordinador del Sistema de Vigilancia de Enfermedades Crónicas no Transmisibles de la CCSS – explicó que, en años anteriores, este tipo de padecimientos eran comunes en adultos mayores. Sin embargo, la tendencia ha ido cambiando.
Wong indicó que los jóvenes en edades productivas están siendo los protagonistas de esta problemática. La alarma de este profesional radica en que, como consecuencia, estas personas podrían sufrir estragos en su salud y una disminución de su calidad de vida.
¿Qué se puede hacer?
De acuerdo a Irene Rodríguez, autora del artículo de La Nación, las personas pueden optar por los siguientes cambios en su salud:
- No fumar
- Evitar comer en exceso
- Aumentar consumo de frutas y verduras
- Disminuir la ingesta de frituras
- Al menos 30 minutos de actividad física al día, 5 veces por semana
Asimismo, recomienda tratar de controlar las emociones muy fuertes. “Niveles muy altos de tensión, depresión o ansiedad hacen que el corazón y los vasos sanguíneos alrededor del cuerpo sufran”, advierte la periodista.
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